14 de noviembre de 2012

¿Assange, el rebelde web?



Julian Assange, a nivel internacional, ha sido rebautizado por las diferentes ideologías que priman en el mundo; los partidarios de Estados Unidos creen que es un cleptómano de la información; mientras que los antiimperialistas lo honran por ser el albor de la libertad de expresión y la transparencia informativa.

Antes, la discusión se enmarcó en los efectos políticos -negativos y positivos- que traería sobre el Ecuador. Ahora, el acontecimiento es tan conocido, que atravesó las brechas generacionales y los abuelitos aconsejan a los nietos: “mijito, cuidado con andar de chismoso, verás que ahora o terminas de arrimado o te vas preso” o “hay que usar el internet con responsabilidad y no andar de hacker por la vida”.

El asilo a Assange es un hecho turbulento a nivel mundial, pues sus “habilidades informáticas” develaron el espionaje de Estados Unidos a los demás países, demostrando que el Imperio ya no es intocable, puede ser vulnerado y expuesto ante la opinión pública mundial. 

Sin embargo, lo que empieza a preguntarse el género humano es ¿cuánto tiempo deberá permanecer en la embajada ecuatoriana? ¿cuándo va a poder salir? ¡Todos saben que no podrá vivir ahí para siempre¡ Su situación no resuena como un cuento de hadas, ya que está muy lejos de ser “un final feliz”. Sea como sea, “el rebelde web” tendrá que salir de su refugio y enfrentar cualquier de los dos escenarios presentes: pagar por su “habilidad informática” en el patio del Tío Sam o disfrutar de su libertad en “Banana Republic”.

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